Pocos son los festivales urbanos que me producen tanta satisfacción como el Primavera Sound, tres días en Barcelona disfrutando de buena música en un entorno urbano espectacular. Una dosis puntual de gran ciudad acompañado por momentos musicales únicos, son más que suficientes para justificar la inversión.
Este año la organización no ha estado a la altura de anteriores ediciones, en un afán aparentemente recaudatorio, han ampliado la capacidad del recinto convirtiendo en un maratón los recorridos necesarios para desplazarse entre escenarios, instalando baños en zonas de circulaciones que generaban embudos, o el invento de la tarjeta recargable para pagar las bebidas, que el primer día ocasionó malestar a todos los asistentes.
Ya de regreso, haciendo balance de los conciertos vistos, personalmente destacaría a Of Montreal, Grinderman, The Flaming Lips, Interpol, El Gincho, Girl Talk, Caribou, The Walkmen, Lüger, Avi Buffalo, M. Ward, Belle and Sebastian, Pulp, The National, Deerhunter, Low, James Blake, Maryland, Fleet Foxes, PJ Harvey, Animal Collective, Mogwai, Einstürzende Neubauten, The Album Leaf, … aunque lamentablemente con una oferta tan amplia seguro que he perdido muchos conciertos espectaculares. Lo malo que tienen estos festivales, todo resulta inabarcable, hay que elegir.