Desde antes de nacer y durante nuestras vidas escuchamos infinidad de canciones y sonidos que por veces nos trasmiten estados de ánimo y otras pasan indiferentes. Una recopilación de todas las canciones que nos recuerdan momentos, una relación, un verano, una fiesta, una película, un viaje, o simplemente nos han gustado y nos siguen gustando, o no, sería la banda sonora de nuestras vidas. Esta larga lista de canciones no estaría basada únicamente en criterios de calidad, ni de gusto, habría una buena parte fruto de las circunstancias.
Con la aparición de aparatos capaces de enlatar música y transportarla de un lugar a otro, se nos ha facilitado la posibilidad de recopilar toda esa música y poder guardarla en el bolsillo. En la actualidad, con la facilidad que nos proporciona la red para acceder a recopilar grandes cantidades de música, es fácil caer en la tentación de dedicarse a recopilar música, sin tener tiempo de escucharla. Con el fenómeno de internet se ha pasado del melomanismo al coleccionismo, es importante intentar disfrutar con la escucha, prescindiendo de la acumulación.
En los primeros años de nuestras vidas, durante la juventud, tendemos a descubrir y asimilar música, pero según vamos “madurando”, el esfuerzo por incluir en nuestra vida nuevas canciones es menor, el argumento más oído es “no se hace música como en los 60’s, 70’s, 80’s en función de la edad de quien lo diga. Más de una vez alguien se me ha acercado diciendo que ahora no se hace música como hace 20 años, me pregunto, que pensará dentro de otros 20 años, seguirá escuchando la misma música, o por aburrimiento habrá actualizado su repertorio?, igual en esa época la música que escuchará es la que se está haciendo actualmente. También es cierto que los que suelen hacer este comentario, las únicas fuentes que manejan para descubrir nueva música son las emisoras comerciales, donde la mayoría de las canciones que radian no pasarán a la historia. Yo personalmente pienso que el repertorio de música conocida debe ir ampliándose con el paso del tiempo y no limitarse a escuchar siempre las mismas canciones, por muchos recuerdos que nos traigan. Muy de vez en cuando está bien vivir de los recuerdos, pero creo que lo mejor es generarlos constantemente.
Desde que compré el primer ipod, he ido recopilando todas esas canciones de mi pasado, que junto con las del presente conforman la La banda sonora de mi ½ vida, y digo media porque espero vivir al menos otro tanto. Igual que no hay vidas iguales, tampoco hay bandas sonoras iguales, cada uno tiene la suya.